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miércoles, 18 de septiembre de 2013

¿ Cómo hacerme mi horario ?


Elaborar un buen horario de estudios, nos ayudará a gestionar mejor nuestro tiempo y a liberarnos de la angustia de acumular cosas por hacer, además de motivarnos para esforzarnos y evitar problemas futuros.




“ Hay tiempo para todo”, cuantas veces hemos oído esta frase si n hacer caso, pensando “que si mama o papa no me ralles”. Pues os lo tengo que decir es cierta. Pero claro para que haya tiempo para todo, tenemos que organizarnos... y además, lo mejor de todo, todo el tiempo que sobre será para nosotros

No soléis  tener el tiempo suficiente o adecuado para disfrutar de lo que os gusta, independientemente de la actividad que se trate (música, dibujo, deporte, lectura, televisión…). Cuando cumples con tus trabajos escolares requiere una inversión de tiempo desproporcionada o no te permite llevar a cabo otras actividades lúdicas, quizá es el momento de planificar un horario de estudio.


¿Cuáles son las ventajas de contar con un horario de estudio?

Crea un hábito de estudio, lo que constituirá una base para toda formación futura.

Potencia la concentración. Es más fácil centrar la atención en la actividad que hay que realizar si se cuenta con un espacio de tiempo exclusivo y determinado para ella.

Sirve para ser consciente del propio rendimiento y regular esfuerzos.

Permite compaginar el estudio con el tiempo libre y disfrutar de otras actividades gratificantes.

Ayuda a librarse de la preocupación o angustia que conlleva la acumulación de tareas pendientes.

La importancia que le conceda nuestro hijo al horario de estudio determinará el cumplimiento del mismo.

¿Cómo debe ser un plan de estudio efectivo?

Personal: adecuado a nuestras necesidades. Determinemos cuál es el mejor momento del día para dedicarlo al estudio, qué actividades extraescolares se realizan normalmente y dejemos el tiempo necesario para el descanso y el ocio.

Realista: adaptado a nuestra  capacidad y disponibilidad. Es conveniente programar el trabajo de manera que se pueda cumplir; sobre todo al principio, Tenemos que sentirnos capaz de cumplir con lo establecido, de lo contrario puede aparecer desánimo, frustración o rechazo.

Flexible: preparado para imprevistos. Hay que tener en cuenta que, con mayor o menor frecuencia, surgen compromisos que nos obligarán a modificar horarios y actividades, pero intentaremos que afecten lo menos posible a las tareas prioritarias establecidas en el horario.

Escrito: que sirva de recordatorio de las actividades programadas y, a posteriori, de referencia de las tareas que se han cumplido o no. Tenemos que ser Creativos y colocarlo en un lugar visible, podemos complementarlo con frases positivas.


¿Cómo planificar un horario de estudio?

Hacer un listado de las actividades que realizamos diaria o semanalmente y calcular el tiempo que ocupan, de esta forma nos será más fácil establecer prioridades y construir un horario personal y realista.

Planificar el horario semanalmente, teniendo en cuenta que no todas las semanas son iguales y que deberemos adecuar el horario a fiestas, compromisos, exámenes o acontecimientos diversos que tengan lugar.  Recordemos la importancia de la flexibilidad en una programación y que cualquier horario está sujeto a cambios.

Concretizar las tareas al máximo. Por ejemplo, en vez de hacer una indicación general "estudiar sociales", es preferible detallar las actividades "estudiar los temas 5 y 6 de sociales".

Dedicar un especial interés a las materias más costosas y al orden de realización de tareas. Es mejor comenzar con las de dificultad baja para pasar a las de dificultad más elevada y terminar con las más fáciles.

Modificar el horario si se considera que los cambios afectarán positivamente en el rendimiento. Quizá deba ampliarse o reducirse el tiempo dedicado a una actividad según el esfuerzo o la dedicación que veamos que la actividad demanda a nuestro hijo.

Intentar que las horas de estudio sean siempre las mismas y en el mismo lugar para crear un hábito de estudio. No debemos permitir perder horas de sueño, no estudiar cuando se está muy cansado ni después de una comida importante, ya que la concentración no será la deseable y la realización de la tarea le exigirá un esfuerzo excesivo.

Si se planifica un horario de estudio y se cumple con él de forma continuada y constante, es muy posible que aprendas unas rutinas que  serán útiles para realizar su trabajo de manera ordenada y autónoma, habituarse a un ritmo de trabajo y de descanso muy beneficioso  sacar mayor provecho de nuestro tiempo.



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